- La entidad, que otorgó un paquete financiero de US$ 125 millones, logra este objetivo a través de una compensación al emisor de gases de efecto invernadero.
Como una apuesta para acelerar la descarbonización de la matriz eléctrica en el país, BID Invest, miembro del grupo BID, y Engie Energía Chile, selló este lunes un financiamiento por US$ 125 millones para financiar la construcción, operación y mantenimiento del Parque Eólico Calama (151 MW) en la Región de Antofagasta, marcando un paso relevante para la industria energética.
Hace dos años, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), se firmó un acuerdo de entendimiento entre Engie y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para desarrollar un instrumento financiero innovador que permitiera financiar inversiones en renovables y acelerar al mismo tiempo la reducción de emisiones. El hito llevó a que, durante 2020, la francesa pasó por un proceso de due diligence en el cual el equipo del BID y la certificadora internacional Vigeo Eiris tuvieron la oportunidad de visitar sus operaciones en Chile, lo que permitió afinar la estructuración de este primer instrumento financiero cuyo lanzamiento oficial entre las partes se materializó este lunes.
El financiamiento -que tiene un plazo de 12 años- está compuesto por tres tramos de préstamos: uno proveniente de los recursos de BID Invest, por US$74 millones; un segundo de US$15 millones de financiamiento del Fondo de Tecnología Limpia (CTF, por sus siglas en inglés) y un tercero de US$36 millones del Fondo Chino para la cofinanciación en América Latina y el Caribe (China Fund). Además, el fondo multidonante NDC Acelera administrado por el BID y fondeado por el Fondo de Desarrollo Nórdico, Austria, Holanda y Suecia, financiaron el trabajo técnico que acompaña la transacción. Este mecanismo incentiva el adelanto voluntario del cierre de las plantas de carbono respecto de diversos escenarios, uno de ellos, por ejemplo, la vida útil de las plantas. “De ese modo, sólo contamos las emisiones evitadas durante los años de anticipación del cierre y serán efectivamente desplazadas por el parque eólico de Calama. La metodología de BID Invest se centra en cómo contamos esas emisiones que se evitan“, explica la Directora General de Negocio de BID Invest, Gema Sacristán.
En corto, dice, “tras definir ese conteo de gases GEI, se asigna un precio mínimo, resultado de un análisis de los mercados voluntarios de carbono (que ya existe). El monto resultante de esa multiplicación se convierte en un incentivo, que es aplicado como una reducción en la tasa interés en uno de los tramos del préstamo: el proveniente del CTF‘. Sacristán detalla que “esta es la primera vez que se estructura un paquete financiero de este tipo en el mundo“. En este caso, “es la primera vez que dicha contabilización se aplica a los gases efecto invernadero que serían evitados por el cierre anticipado de unidades termoeléctricas de carbón, cuya monetización permite, a la vez, reducir el costo de financiamiento de reemplazar dichas unidades por la generación de energía renovable“. Así, explica, “lo que hemos diseñado en BID Invest es un mecanismo que permite reducir el coste de la descarbonización a través de una compensación al emisor de gases efecto invernadero que le incentiva a acelerar el reemplazo voluntario de sus operaciones a base de carbono por fuentes limpias“. En el caso de que se creara un mercado de carbono regulado durante la vigencia del préstamo, tanto el CTF como Engie compartirían cualquier incremento sobre el precio mínimo del carbono.