- “En ENGIE, entendemos que la ciberseguridad en el sector energético es crucial para la estabilidad y seguridad del país“.
El avance de la tecnología ha traído consigo un incremento alarmante en la cantidad de ciberataques a nivel mundial. Según el más reciente informe de Fortinet, más de 4 mil millones de intentos de ciberataques se registraron en el primer semestre de 2023 en Chile, ubicándonos en el quinto lugar a nivel regional. Este dato nos obliga a reflexionar profundamente sobre la ciberseguridad, especialmente en sectores críticos como la energía.
Con la normativa existente en ciberseguridad y con la reciente promulgación de la Ley Marco de Ciberseguridad el 8 de abril de 2024, se regulan las actividades y procesos que se deben implementar para garantizar la preservación de la confidencialidad e integridad de la información y de la disponibilidad y resiliencia de las redes y sistemas informáticos, con el objetivo de proteger a las personas y a las organizaciones. La nueva Ley Marco de Ciberseguridad establece requisitos organizacionales mínimos para enfrentar los incidentes de ciberseguridad al nivel país. La normativa establece un marco robusto para la prevención y gestión de incidentes, un sistema de colaboración publico privado, fortaleciendo la seguridad en infraestructuras críticas, que denomina Servicios Esenciales, entre las que la energía ocupa un lugar preponderante.
En Chile, la Política Nacional de Ciberseguridad destaca la importancia de una infraestructura resiliente sobre todo tratándose de Servicios Esenciales, cuya interrupción podría afectar gravemente la seguridad, salud y bienestar de los ciudadanos, así como el funcionamiento del Estado y el sector privado. Nuestros sitios de generación, transmisión y gas; son partes de esas infraestructuras críticas y deben diseñarse con una arquitectura robusta y resiliente para enfrentar desastres naturales, intervenciones humanas y ciberataques.
El Consejo Mundial de la Energía también subraya que las empresas energéticas deben tratar los riesgos cibernéticos como riesgos empresariales esenciales. La cooperación entre empresas es vital para evaluar, comprender y fortalecer la resistencia a estos riesgos, garantizando la continuidad del servicio, la protección de datos y sistemas, y la preservación de la reputación.
En ENGIE, entendemos que la ciberseguridad en el sector energético es crucial para la estabilidad y seguridad del país. Para ello hemos implementado diversas medidas tales como: la definición de una estructura de gobernanza dedicada, que se centra en la responsabilidad y la autonomía de los entidades de negocio (cada área tiene un coordinador de ciberseguridad; cada jefe de sitio está responsable por su propia compliance); hemos fortalecido nuestra infraestructura y procesos, vigilancia y monitoreo de redes, sumado a lo ya mencionado existen otras medidas que actualmente se encuentran en desarrollo, como es la obtención de certificación ISO 27001 entre otras, todo esto con el fin de mitigar los riesgos de ciberataques, asegurando nuestras infraestructuras y adoptando la seguridad por defecto en todas las innovaciones tecnológicas. Las principales amenazas incluyen acceso no autorizado, ciberespionaje e indisponibilidad de nuestras operaciones, que pueden materializarse a través de métodos de ciberdelincuencia tradicionales como el phishing y ransomware. La naturaleza continua del sector energético lo convierte en un blanco atractivo, ya que cualquier interrupción puede tener consecuencias graves.
Para abordar los riesgos a los que nos vemos expuestos, como compañía hemos lanzado campañas de phishing a nivel grupo y local, webinars y cursos para concientización de la importancia y los riesgos de ciberseguridad incluyendo a nuestros proveedores.
La ciberseguridad es un desafío constante que requiere de una vigilancia continua y una cooperación estrecha entre todos los actores involucrados. En ENGIE, estamos comprometidos con la seguridad y resiliencia de nuestras infraestructuras, trabajando para proteger nuestros colaboradores, sistemas y datos, asegurando así un futuro energético seguro.