Un pilar para el desarrollo sostenible.
Hoy Chile da un paso significativo en la evolución de su marco regulatorio para el gobierno corporativo de empresas, con la entrada en vigencia de las modificaciones que la Ley 21.595 (de delitos económicos) introdujo a la Ley 20.393 (que desde 2009 establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas). Los efectos de dicha regulación son relevantes, entre otras razones, por sus implicancias en material de derecho penal. Asimismo, estas modificaciones no solo amplían el espectro de delitos y responsabilidad para las empresas, destacando también, como efecto relevante, la necesidad de integrar estándares éticos y sostenibilidad como componentes esenciales del gobierno corporativo de las empresas. Este último aspecto fue previamente abordado, desde la perspectiva regulatoria, mediante la implementación de la Norma de Carácter General N° 461 por parte de la Comisión para el Mercado Financiero, dictada durante 2021 y cuya existencia reforzó la tendencia antes indicada, marcando un camino claro hacia una mayor transparencia y responsabilidad en el ámbito empresarial chileno.
La ética dentro de la gestión empresarial no es simplemente un accesorio de la estrategia corporativa; muy por el contrario, es una parte fundamental de ella. En efecto, según el último ranking ESG publicado por Merco en Chile, la valoración del comportamiento ético ha cobrado mayor relevancia, aumentando desde 60,4% en 2022 a 65,4% durante 2023, consolidándose como uno de los atributos más valorados por los diferentes grupos de interés.
En un entorno donde los negocios están cada vez más expuestos al escrutinio público, actuar con integridad no solo es lo correcto, sino que también es esencial para la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de las empresas. El cumplimiento de las leyes y la regulación vigente -principio ético que impulsa con decisión ENGIE Chile- es solo el punto de partida; la verdadera responsabilidad radica en cómo las empresas integran estos principios en su propósito, cultura y operaciones diarias.
En la actualidad, el comportamiento ético resulta determinante para el acceso a financiamiento, la relación con los stakeholders y, en última instancia, la supervivencia de la empresa en un mercado cada vez más competitivo y regulado. Un buen gobierno corporativo, que incluye la implementación efectiva de las medidas necesarias para la prevención de delitos, la eliminación de toda forma de corrupción y fraude, y también para el desarrollo de la libre competencia, es clave para mantener la confianza de todos aquellos con quienes interactuamos.
En ENGIE Chile, entendemos que el gobierno corporativo no se trata solo de cumplir con la normativa vigente, sino de establecer un marco ético que guíe cada una de nuestras decisiones y acciones, en forma transversal dentro de la compañía. Nuestro Código de Conducta y Ética en los Negocios refleja un compromiso profundo con la honestidad, integridad, transparencia, lealtad y respeto de los derechos humanos, en forma transversal dentro de nuestras actividades.
Durante 2023, dedicamos más de 793 horas/persona a charlas y capacitaciones relacionadas a ética, asegurando que nuestros ejecutivos y colaboradores no solo conozcan, sino que también vivan nuestros valores corporativos. Este enfoque integral abarca a quienes forman parte de nuestra organización y a nuestros proveedores y socios estratégicos, mediante contratos que consideran cláusulas de ética, sostenibilidad y responsabilidad penal de las personas jurídicas, y políticas de debida diligencia que verifican el cumplimiento de estándares éticos respecto de terceros.
En conclusión, el crecimiento sostenible es posible solo cuando los resultados económicos se alinean con un impacto positivo en las personas y el planeta, principios innegociables que definen nuestra identidad corporativa y propósito. Una gobernanza basada en la ética no solo protege a la empresa de riesgos legales y reputacionales, sino que también contribuye a un futuro más sostenible y equitativo. Mientras avanzamos hacia la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es esencial que las empresas adopten un enfoque proactivo en la promoción de la ética, entendiendo que el gobierno corporativo y la responsabilidad que él implica, van más allá del simple cumplimiento legal de normas.
Fernando Valdés, Chief Legal & Ethics Officer; Secretary of the Board.